Nota importante: Me gustaba escribir cuentos. Este es uno de ellos pero 1) está pésimamente mal redactado, 2) no tiene un estilo definido, 3) pierde la ilación, 4) la historia no tiene sentido, etc. Aún así, creo que es valioso conservarlo porque me ayuda a recordar las cosas que imaginaba antes. Algún día lo puliré porque creo que tiene una estructura que se podría trabajar un poco más.
La cabeza me daba vueltas mientras él seguía echado sin parpadear. Los ojos se me secaron por no saber qué hacer mientras lo miraba.
No pensé que nada pasaría, lo juro.
- ¿Y luego?
Luego, la verdad, me temblaban más las manos que ahora. Había un olor a fierro o a óxido quemado en la habitación, eso hizo que provocara un vómito y de pronto...
-Sin irse por las ramas, por favor. Vaya al grano.
Pues seguía viendo sus ojos azules abiertos y expandidos como dos platos, y él, tendido sin siquiera moverse. Le pedía que respirara, mejor dicho se lo rogaba, y aún así no obedecía.
-¿Puede repetirme las razones por favor? - Insistió.
Se supone que no debo decir nada de esto, pero ya qué más da. Antes de casarme con él, vi cómo lo atropellaban y moría instantáneamente. Lo reconocí luego, en la foto de un periódico antiguo, con la diferencia que no tenía ni una cicatriz en ninguna parte del cuerpo.
Pensará que estoy loca pero se cortaba con vidrios y jamás le quedaban marcas.
-¿Qué intenta decir? - dijo en tono asustado
Que nada le hacía daño, ni siquiera cuando le tiré una taza en la cabeza por error. A las horas se le cerró la herida, y nunca lo escuché quejarse de dolor, presumo era... algo así como inmortal.
¿Señor?
¿Señor? ¿Está ahí?
¡No me encierre aquí! ¡Todo lo que le digo es verdad! ¡Sáqueme ya esta bata blanca que no me deja mover los brazos! ¡Señor!
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Me impacto seguidora...t lleva a la mente del narrador y luego a una realidad concreta que es la estancia del tipo en el manicomio (supongo)...cada vez me sorprendes y me inspiras...tq! :)
ResponderEliminarMe recuerda muchisimo y muy agradablemente a la Historia de Lisey, de Stephen King... apasionante y realmente sobrecogedora, hay verdades que nunca llegan a tratarse como tal. La linea entre la cordura y la locura es tan relatica..
ResponderEliminarBesos querida, gracias por tus palabras:D
(L)