...en tu oído. Pero muy bajo para que nadie más nos escuche, pero muy leve para que no suene vulgar, pero muy sincero para que te des cuenta que no miento, pero muy frío para no notarme cariñosa, pero muy lento para que dure un poco más, pero muy puntual para no aburrirte, pero muy corto para que nos alcance el tiempo, pero muy tierno para poderte abrazar, y llorar, y confesar, que desde que te fuiste no hago más que pensar, en los susurros que te diría si me dieras otra vez, tu mano al andar.
Epílogo: ¿"tu mano al andar"? ¿Qué onda conmigo? Leía mucho a Neruda, creo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Te lo digo en voz muy alta: ME ENCANTA!
ResponderEliminarNo sé por qué apareció como publicado por ti, cuando lo escribí yo, la anónima y famosa CGR
ResponderEliminarYa basta, Ber. Lo nuestro no podra ser :(
ResponderEliminar