domingo, 19 de diciembre de 2010

Ven

Prólogo: estaba loca.

Hola, no sé si sabes cómo estoy, tampoco sé si te interesa. A mí sí me interesa saber cómo estás, pero no lo entenderías probablemente. No, no quiero regresar contigo, pero extraño hablar y engreírme por teléfono horas de horas. Llámame y finge que no me extrañas, a ver si nos entendemos. Hablemos un par de horitas, como quien no quiere la cosa, ya pues: atrévete. Y quizá mañana o pasado puedas venir a comer galletitas conmigo como hace unas semanas. De repente prendemos el televisor y encontramos algo bueno que ver, o nos quedamos viendo una película, como “la naranja mecánica” o “2012”, lo primero que encontremos. Ya pues, mira que cuando estemos viendo la película, podrás abrazarme con cautela sin que sepas que yo me estoy dando cuenta. Ven y te prometo que cuando estés a punto de darme un beso, ese beso que sellará nuestro encuentro y removerá nuestros corazones,

Te empujaré hacia la puerta y te pediré que te vayas.

3 comentarios:

  1. Acabas de plasmar en palabras los que hace mucho tiempo vengo sintiendo... gracias.

    Amo la forma en la que escribes porque a veces me encuentro en tus textos. Eres como la contracara de mi forma de expresarme.

    ResponderEliminar
  2. deberías aclarar tus ideas contradictorias, añorar un recuerdo que pudo ser mas y echándolo de ti, no te llevará a nada mas que una melaconlía eterna.

    un consejo: observa cada vez que puedas la luna.-

    ResponderEliminar
  3. cómo no visité estos lares en diciembre.

    ResponderEliminar

No influyen, pero sí me importan. Si estás aquí es porque me interesa tu opinión. Comenta :)